¿Sabías que el estrés puede causarte problemas digestivos?
¿Alguna vez has sentido “mariposas” en el estómago cuando estás nervioso? Esa sensación no es solo cosa de emociones: tu sistema digestivo y tu estado emocional están más conectados de lo que imaginas.
El estrés prolongado puede afectar directamente la forma en que funciona tu aparato digestivo. Desde molestias leves como inflamación o acidez, hasta síntomas más complejos como colon irritable, gastritis o incluso diarrea, el sistema digestivo es uno de los más sensibles a los efectos del estrés.
¿Por qué pasa esto?
Cuando estás estresado, tu cuerpo entra en estado de alerta: se libera una hormona llamada cortisol, que altera funciones que considera “secundarias” en ese momento, como la digestión. Esto puede generar:
🔹 Lenta o nula digestión de los alimentos
🔹 Cambios en el apetito (comer de más o dejar de comer)
🔹 Gases, hinchazón o dolor abdominal
🔹 Tránsito intestinal irregular
Además, si ya tienes alguna condición digestiva previa, el estrés puede empeorarla. Por eso, es fundamental aprender a identificar las señales de tu cuerpo y buscar un equilibrio entre tu salud emocional y física.
Cuida tu mente y tu estómago te lo agradecerá
Incorporar hábitos como una alimentación balanceada, actividad física y momentos de descanso mental puede hacer una gran diferencia. Y si sientes molestias frecuentes, es importante consultar con un profesional de salud.