Consejos para una alimentación saludable

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El primer desafío a la hora de vernos y sentirnos cada día mejor es comprender que la clave está en incorporar hábitos que nos acompañen día a día, y que nos permitan mantener un peso corporal saludable. Añadir variedad de alimentos, sumar lo que nos gusta en su medida justa, hacer ejercicio físico moderado de acuerdo a nuestras posibilidades, dejar de lado los mitos alimentarios y recurrir, ante cualquier consulta, al médico especialista son algunas de las claves cuando de cuidar nuestra salud y de vernos bien se trata.

Basa tu dieta en alimentos ricos en hidratos de carbono

La mayoría de la gente no incorpora suficientes alimentos ricos en hidratos de carbono como el pan, la pasta, el arroz, las papas y otros cereales, considerándolos prohibidos para lograr no engordar. Sin embargo, esto no es correcto, más de la mitad de las calorías de su dieta, es decir el 60% aproximadamente, deben venir de estos alimentos. Lo ideal es aumentar la ingesta de fibra con el aporte de pan integral, pastas integrales y otros cereales. 

Coma muchas frutas y verduras 

La mayor parte de la gente no come la suficiente cantidad de estos alimentos que proporcionan importantes nutrientes protectores. Intente comer al menos cinco raciones al día. Pruebe nuevas recetas o vea qué platos preparados están disponibles en el supermercado.

Coma raciones moderadas: reduzca, no elimine alimentos

Si ingieres las raciones adecuadas de cada alimento, es más fácil comer de todos los grupos de alimentos sin necesidad de eliminar ninguno. Si come fuera, podría compartir parte de su comida con un amigo. No abandone el hábito de comer con los que quiere.

Coma regularmente

Saltarse las comidas, sobre todo el desayuno, puede conducir a una sensación de hambre descontrolada, causando a menudo una sobre ingesta. Realizar la merienda puede ayudar a contener el hambre, pero no coma demasiado para no sustituir las comidas principales.

Beba muchos líquidos 

Los adultos necesitamos beber por lo menos 1,5 litros de líquidos al día. Necesitamos más cantidad si hace calor o si realizamos mucho deporte. Hidratarse es fundamental para vivir. El agua es obviamente una buena fuente de líquidos pero la variedad puede ser tanto agradable como saludable. Otras opciones son las bebidas dietéticas pero estas no deben sustituir el aporte del agua.

Muévase 

La ingesta de demasiadas calorías y no hacer suficiente ejercicio pueden dar lugar a un aumento de peso. La actividad física moderada ayuda a quemar las calorías que nos sobran. También es bueno para el corazón, para el sistema circulatorio, para la salud en general y el bienestar. Así que haga de la actividad física una rutina diaria. Use la escalera en vez del ascensor, dé un paseo en su descanso para comer. Camine mientras habla por teléfono. ¡No hace falta ser un atleta para moverse!

¡Comience ahora! y realice los cambios gradualmente

Realizar los cambios de su estilo de vida gradualmente es mucho más fácil que hacerlo de repente. Durante tres días, anote los alimentos y bebidas que consume entre las comidas y en las comidas. ¿Toma muy pocas raciones de fruta y verdura? Para comenzar, trate de comer solamente una ración más de fruta y verdura al día. ¿sus alimentos preferidos son ricos en grasa y le hacen ganar peso? No elimine estos alimentos y se sienta mal, en cambio intenta elegir comidas bajas en grasas o comer menos cantidad de estos.

Recuerde: todo es cuestión de equilibrio 

No hay alimentos “buenos” o “malos”, sólo planes alimenticios buenos o malos. No se sienta culpable de los alimentos que le gustan, simplemente permítasenos con moderación y elija otros alimentos que le proporcionen equilibrio y la variedad que necesita para conseguir una buena salud. 

Doctora Virginia Busnelli, Médica Especialista en Nutrición.

 

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